lunes, 16 de noviembre de 2015

Que el amor me busque, porque yo ya me fui.

Es difícil aceptar los cambios rápidos, es difícil acomodarse y amoldarse a ellos. Es más complicado si no te ayudan, si no tienes ese soporte de solidaridad para contigo, sentirte sola no colabora, pero es lo que hay y debemos retomar el camino de pie.
Te sentirás mal y llorarás, llorarás lo suficiente como para no saber que esas lágrimas nos hace humanos y a veces no es suficiente eso, a veces lastimamos nuestra mente, la ensuciamos, bajamos las escaleras del autoestima para recién recordar cuanto dolor podemos soportar
Siempre me he considerada fiel a la creencia el amor, del amor eterno, del amor en dupla, de la complicidad, de la mitad , del alma gemela, de que existe alguien que será tal cual tu deseas y tu serás lo mismo para la otra persona.
Pero llega el día en el que debes soltar esa idea de aquel amor, de cualquier adjetivo mixto para tu compañero de vida. Un amor maduro se viene encima y derrepente debes tan solo limpiar las sobras del sueño de tu anhelado amor.
Un amor maduro con espacios y libertades que ya no te esperan en el paradero o no te regalan una rosa, un amor libremente maduro que ya no hace llamadas consecutivas, que no busca saber de ti porque tiene miedo a perderte, un amor maduro que para todos consiste en hacerse extrañar tanto que pueden correr el riesgo de perderse en sus libertades.
Es complicado para quienes como yo, anhelamos otras vivencias, otras situaciones. Aceptar que tu amor ya no te hará detalles, no leerán juntos, que no serás su cómplice, esos cambios duelen, duelen muy en el fondo, muy en el fondo de tu mente, de tus pensamientos.
Se pierde el equilibrio, sin rosas, ni abrazos, sin cartas, ni dibujos, se destroza el suelo cuando el amor de tu vida ya no cocina para ti, ya no te dice lo bonita que estás, aunque no lo estés.
Sientes que tan maduro es ese amor  cada vez que no lo vez ahí, muriendo de amor por ti, cuando su mirada esta vacía, cuando ya no te vez en el brillo de ellos, sientes que has perdido a quien cuidar y proteger, y a eso le llaman madurez.
Que el amor venga por mi ahora, porque me cansé de ser yo quien lo busque, he madurado tanto que no lo buscaré más,  me enamoré de tu forma de amarme, pero eso fue muy inmaduro. Ahora hemos madurado y el amor debe buscarme a mi